martes, 12 de abril de 2011

Lo que me enseña el divino maestro, Jesús...


¿Por qué le dan elogios al predicador carnal si ellos mismos no se pueden sanar? ¿Por qué se dejan guiar de ciegos que no saben a quién le sirven? ¿Qué salvación es la que ellos te ofrecen? ¿Acaso no fue Jesús el que nos trajo la salvación en aquellos tiempos? Nosotros no necesitamos salvación, sino sanación porque ya Jesús nos salvó. ¿Qué sanación es la que necesitamos? Necesitamos sanar el alma para regresar al espíritu a su estado de su creación. Nosotros fuimos creados perfectos y a ese estado se tiene que llegar para lograr la sanación. ¿Cómo se logra la sanación? Aprendiendo a educar el espíritu en el plano astral cósmico. Se aprende a utilizar la conciencia en ese plano astral cósmico. La conciencia es la que aprende. Nosotros somos todos espirituales, por lo tanto tenemos que educarnos espiritualmente, o sea, en el espíritu.


El hombre educa al hombre para su sustento en su diario vivir, pero el maestro, que es el Espíritu Santo, educa al espíritu para corregir su estado moral para que luego pueda regresar a su lugar de origen, al reino celestial. Los seres humanos no conocen las cosas de Dios, (Altísimo) escrito está en la biblia, por lo tanto no pueden los humanos dar sanación. La predicación celestial es para sanar a la humanidad de sus pecados, y si no conocen los verdaderos pecados que son los pecados del alma, entonces no han sido los llamados a predicar las cosas del Altísimo. ¿Qué hombre conoce las cosas de Dios si no es el espíritu del hombre? El hombre tiene que tener el espíritu sano para brindar sanación. La verdadera sanación se da en el espíritu cósmicamente, porque es el lugar donde se encuentra el divino Señor, Jesús De Nazareno.


Que sean bendecidos todos en ese amor en Cristo,


Amén.


teremyr@gmail.com






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