El alma es eterna como lo es el espíritu, y por lo tanto es necesario sanarla correctamente con toda su pureza para poder entrar al reino celestial. Nuestro Señor pide que seamos perfectos, porque es en la única forma que no quedarían residuos de impurezas para entrar al reino celestial. El alma, solamente es el Señor Dios de las Alturas el que la conoce. Él es el único que puede sanarla, porque él es el que sabe cuáles son los males que lleva el espíritu de cada ser en este planeta Tierra.
Hoy en esta época hablan de la espiritualidad pero no saben lo que significa. Tratan de interpretar lo que nuestro Señor Jesucristo quería que aprendiéramos para aquellos tiempos. A Jesús las religiones lo pusieron en una cruz por él hablar de los espíritus. A Sócrates también le hicieron lo mismo. A través de las doctrinas terrenales lo que hacen son interpretaciones, no existe verdad alguna. Por eso nuestro Señor sigue diciendo, y escrito está, que la verdad y el verdadero maestro se encuentra en el cielo. Hay que recibir al maestro único en el espíritu, y para todo eso hay que aceptar que en este mundo todos sus habitantes han vivido en tiniebla porque aún desconocen su ser interno. Yo sigo diciendo que para dar testimonios del reino cósmico (cielo) primero hay que conocerlo, y el único que puede llevarnos a ese estado de conciencia, es Jesucristo el maestro, porque nuestro Señor de los cielos sigue diciendo que un ciego no puede guiar a otro ciego. Hablar con conocimientos no tiene que ser cambiando las palabras común y corriente, o sea, palabras sencillas por palabras finas. Es necesario escudriñar el contenido de lo que se habla. Es necesario buscar el principal factor de esos conocimientos para poder comprender el contenido de los mensajes.
¿Cuál es el propósito de este evangelio cósmico? Para que el alma se libere de esa conciencia oscura, y recoja los conocimientos de su origen espiritual. Cuando se recibe ese despertar único, entonces se puede observar la enfermedad en la humanidad. Ese despertar del espíritu a través de su conciencia cósmica, es el despertar para conocer su mundo interno. Su mundo interno es la vida eterna que sigue llevando el espíritu en ese mundo invisible. Es necesario acabar con las doctrinas que matan. Doctrinas donde no hay esperanzas de nada para el futuro que queda, que es el espíritu. ¿Qué le sucede al espíritu cuando deja su vestimenta externa (cuerpo físico) para regresar a su vida espiritual, o sea, para su mundo invisible? ¿Cómo reacciona cuando comprende que fue engañado? Entonces es cuando le llega el crujir de dientes.
Todos somos creación eterna, y todo lo eterno es del Supremo Dios de las Alturas. Muere el hombre que es la materia, y es eterno lo que es interno, que es el espíritu. Es necesario que el espíritu conozca sus leyes internas para que pueda aplicarlas en su mundo invisible, en su mundo interno. Esas leyes internas son leyes que corresponde solamente al espíritu en su mundo invisible, pero los mandamientos que se nos dio a través de las santas escrituras solamente eran para el comportamiento del espíritu en su mundo carnal. Quiero que comprendan, cuando el espíritu entra a su estado perfecto, o sea, cuando ya a superado las leyes que le corresponde al espíritu superar, entonces el espíritu puede viajar a diferentes dimensiones, y trae guardado en su subconciencia los conocimientos más elevados. Siempre recordar que el espíritu tiene que estar en su estado perfecto para lograrlo.
Que pronto comience a reinar la paz y el amor en todas las almas en este planeta sin importar el credo. Que cada uno pueda recoger de esa semilla en ese rocío que solamente llega de un único maestro, Jesús De Nazareno. Sean todos bendecidos.
sábado, 7 de mayo de 2011
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