Continuando las verdaderas enseñanzas, las espirituales...

No hay en el planeta Tierra que pueda enseñar los valores espirituales. Los valores espirituales son herencia del espíritu, y solamente llegan desde el cosmos. Así será como aprenderán a conocer y a obedecer las leyes celestiales, desde el cosmos. Una vez que aprendan a recibir la sabiduría celestial en el espíritu, entonces podrán dar gracias al Todopoderoso por su misericordia. También podrán soportar las tribulaciones que vendrán en el deterioro del planeta. Hermanos míos, cuando un país carece de entendimiento, se debe escudriñar para saber qué está sucediendo.

Yo puedo decirle a la humanidad que puedo traer Luz al mundo. He recibido la alimentación que todos hemos necesitado para la sanación del alma. La humanidad está dormida y necesita ese despertar, porque el tiempo de aquellos dos tiempos ya se están agotando. Se está acercando el recogimiento que nos prometió nuestro Señor Jesucristo. También puedo hablar del comportamiento de la humanidad porque tiene mucho que ver con el deterioro en ese cambio del mundo. Cuando somos verdaderos hijos de la Luz del mundo, pues nuestro esmero es observar lo que está por llegar, y profundizar en esas enseñanzas que vamos luego recibiendo. Practicamos la obediencia espiritual y le damos seguimiento en nuestro diario vivir. Quiero decir, vivimos en el espíritu dándole el seguimiento de las leyes que corresponde al espíritu. En otras palabras, vivimos en el mundo pero ya no somos del mundo. El que ha aprendido estas enseñanzas en el plano cósmico y ha sido escogido para anunciarlas, pues tiene que practicarlas según las anuncia. Tampoco no hay interés en el mundo para los hijos de la Luz que no sea servirle al Altísimo como nos ha enseñando. Continuamos dándole seguimiento a los mandamientos que le corresponde al espíritu. Por eso es necesaria la verdadera conducta en el espíritu para la sanación del alma.

Ahora muy bien les digo, lo que no se conoce, no se puede dar a conocer. Hay que conocer lo que se dice para poder dar testimonio. Lo que se lee y se interpreta con el pensamiento estando el pensamiento en malas condiciones moralmente, pues esas interpretaciones sacadas de la lectura no puede haber verdad alguna. La interpretación: es algo sacado del pensamiento del predicador según su criterio de lo que está leyendo en esa lectura. *Pero, los mensajes del Señor de las Alturas se reciben a través del espíritu siendo conducido por la conciencia que es propiedad del espíritu, y esas dos energías, que son conciencia y espíritu, las dos son propiedad del cosmos.* La lectura traída del pensamiento del hombre, esos pensamientos son terrenales. Por eso nuestro Señor nos decía para aquellos tiempos que la letra es muerte. Nuestro Señor sigue diciendo que la verdadera predicación se recibe del cielo, y tiene que estar el espíritu limpio astralmente para poder recibir del cosmos, porque el espíritu es educado en su conciencia. Les digo también que el espíritu para poder regresar al reino tiene que tener su despertar cósmico. Un ser en tinieblas es un ser que desconoce su parte interna espiritual, y a ese ser no se le es permitido entrar al reino celestial, por no conocer los mandamientos astrales que le corresponde al espíritu conocer.

Les amo,

teremyr@gmail.com