martes, 3 de agosto de 2010

Verdades que la mayoría de la humanidad no quiere escuchar

Si yo les compruebo que las doctrinas de los predicadores carnales no son enseñanzas del divino maestro Jesucristo, ¿me escucharían?

Si yo les compruebo que el dios que la humanidad alaba es el príncipe del mundo, el anticristo, ¿me escucharían?

En otras palabras. Si yo les digo que el manto negro que arropa al planeta Tierra, pertenece al dios animal terrenal demoníaco, ¿me escucharían?

Yo diría que la mayoría de la humanidad pensaría que es una blasfemia lo que estoy diciendo. "Sin embargo vivir por las eternidades bajo un manto de mentiras donde no tienen la oportunidad de recuperar la salud para que el alma pueda regresar a su mundo celestial, eso para la mayoría de la humanidad no sería espantoso, cruel, severo, vergonzoso". Sin embargo es una tragedia vivir sin querer conocer la verdadera obediencia. Es una tragedia porque se pierde la oportunidad de recuperar ese plan de salud que nuestro Señor siempre nos ofrece, y que lo han rechazado por siglos y siglos. La felicidad es la pureza en el espíritu y no en el hombre, porque el hombre tiene su fin, mas el espíritu es eterno. Es muy triste que sigan viviendo por las eternidades alabando al Señor sin poder entrar a su reino. Su reino que es el hogar de donde primeramente salimos de él por culpa de nuestra desobediencia.

El plan de salud para el espíritu es un conjunto de muchas cosas que se recupera, y que el espíritu al estar en ese aturdimiento, pues, desconoce. pero, una vez que recupera su ''Luz'', entonces dice, !aleluya, gloria al Señor! Yo le doy gracias al Señor en todo momento por haber aprendido a recuperar mi salud interna, la salud para mi espíritu. No hay tesoro más grande que no sea el tesoro del espíritu. Es el tesoro universal, porque es el tesoro que disfruta el espíritu en todo el universo.

Que sean todos bendecidos con las energías del cosmos.

Amén.


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