Reconocer el sentimiento en un ser, no podemos pensar que a través del carácter, comportamiento, conducta, sea la manera de conocer los sentimientos en un ser. El carácter es una conducta física que reacciona según la condición en ese momento. Por eso no se puede juzgar quién es quién. La conducta en un ser depende de muchas cosas, y solamente puede juzgar aquel que puede ver el alma en los seres, una vez que ha sido preparada su conciencia, cósmicamente. Los sentimientos en todos los seres están encerrados profundos en el alma. Por lo tanto es muy difícil conocerlos físicamente.
¿No ha pensado alguien en la humanidad que es un disparate decir, amar con todo el corazón? Piensen y mediten, ¿cuál es el seguimiento del corazón? El corazón es prácticamente la vida del cuerpo humano. Un músculo del cuepo físico. El corazón carece de sentimientos, pues no tiene por dónde sentir dolores de amarguras, ni de alegrías. El corazón es físico, y no es energías como lo es el alma. El corazón no puede gemir, pero sí puede gemir el alma.
Sucede que desde que renacemos, oímos como utilizan el corazón, y la cadena continúa sin nadie pensar que es un disparate decir que el corazón sabe amar. Este es un corto mensaje para capacitar.
¿ALMA?
El alma no tiene raíces materiales, sino espirituales. El alma cuando conoce sus sentimientos, lo aplica al espíritu, entonces sus sentimientos van hacia la humanidad y no simplemente a su familia carnal. El alma cuando sana totalmente reconoce que todos somos hermanos, y que en algunas existencias ejercimos el papel de familia carnal. Por eso no solamente se ama lo carnal, sino todos ser humano, sea de sangre o no lo sea, porque lo fue en algún momento. Es necesario que sepan que el pecado no se encuentra en la superficie, por lo tanto no se ama con el corazón, porque el corazón no siente ni padece de sentimientos. En el alma es donde se encuentran guardados los pecados. Físicamente no existen los pecados. Hay que buscarlos en el alma. Un ejemplo: No tenemos derecho a juzgar a nadie por su preferencia sexual, sino que busquemos su alma cómo está. Por eso el que no limpia su techo de cristal, no puede ni debe juzgar a los demás sin antes limpiar su alma.
RECONOCERNOS NOSOTROS MISMOS.
Reconocerse uno mismo quiere decir, conocer el origen de nuestro espíritu. No es conocer si somos buenos, o sea, no es conocer cómo somos como personas. Eso sería buscar la conducta física en nuestro diario vivir, y eso no quiere decir, reconocerse uno mismo. Reconocerse uno mismo, es conocer lo que en realidad tiene vida eterna. Reconocer qué es lo eterno. Saber quién es el que se manifiesta dentro de nosotros para no siguiéramos naciendo y muriendo.
¿Qué más puedo decir que no sea desearles las bendiciones del comos? Los amo a todos en verdad y en espíritu.
teresa (teremyr@gmail.com)
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