Mi despertar comenzó en el año 1985. En ese año comenzaron las tribulaciones con ataques demoniacos. Yo un ser común y corriente recibí el verdadero despertar comenzando en esa forma. Fue una lucha de desasosiego. Pensé que no tenía fin. Esa lucha fue constante por ocho meses las 24 horas. Busqué ayuda en las religiones, pero mi martirio continuó. Cada día y cada instante se me hacía más difícil luchar contra los demonios invisibles de este planeta Tierra. Ocho meses después guiando hacia la zona oeste fui atacada por seres invisibles demoniacos, y en esa desesperación me agarré del guía del vehiculo mirando hacia el espacio y saqué un quejido diciendo: Dios mío te necesito. Quejido que salía de lo profundo de mi alma que yo misma desconocía. Luego percibí la presencia de una energía positiva, y segundos después comenzó una pelea invisible dentro del automóvil. De ahí en adelante cesó ese tormento y desesperación que viví esos ocho meses. Entonces comenzó mi despertar hacia la Luz.
Cuando comencé a vivir esa "Gracia divina" tuve pruebas tan fuertes que muchas de ellas me agotaban de vez en cuando, pero la fe en la gracia que recibí me fortalecía y cada día me recogía más con la Divinidad. Cada dí iba recogiendo mi verdadera herencia. La herencia que todos llevamos escondida en el alma. Después de toda esa bella limpieza y preparación interna cósmicamente, recibí el sello que recibimos los hijos de la Luz del mundo, la sabiduría del espíritu, aquella que por herencia recibimos por Jesucristo.
Para que conozcan mejor a mi espíritu, y puedan comprender mejor mi misión, les hablaré en esta forma. Una vez que fui limpia internamente practicando la verdadera obediencia hacia el Creador, comencé aprender los mensajes del cosmos. Aprendí fuera del cuerpo físico. Los traía en mi conciencia y los escribía. A través de la conciencia aprendí a conocer las leyes que pertenecen al origen del espíritu. Son leyes aún desconocidas en los habitantes de este mundo. Este es el siglo para conocer los tesoros celestiales que guarda el espíritu de cada ser humano. Tesoros aún desconocidos en el mundo terrenal.
Sobre la obediencia de la que hablaré más adelante, no es aprendida en suelo terrenal por hombres que dicen conocer las santas escrituras. (Es un conocimiento de obediencia que se somete el espíritu cósmicamente a fin de llegar al mandamiento principal que es para ser perfectos.) Una vez llegado a un estado de conciencia perfecta, entonces comunicas con el consolador que nos ofreció el gran maestro, nuestro Señor Jesucristo. Ese consolador y un cuerpo celeste comenzaron llevándome a vivir a un lugar desconocido para mí. Luego ellos continuaron con una limpieza interna con mi cuerpo físico cambiando el sistema de alimentación. Mientras eso sucedía iban enseñandome también qué es el silencio interno con el espíritu.
A través de las enseñanzas cósmicas aprendí a sanar los males que es necesario sanar y que tenía que darle seguimientos. Males que todos hemos llevado internos en el alma, y desconocidos para nosotros, y en ese momento en ese despertar cósmico es cuando lo reconocemos. Mientras eso sucedía, iba preguntando por qué tenía que cambiar mi vida. Simplemente me decían lo que iba a recibir no era común y corriente. Esas palabras fueron dichas al comienzo del año 1986, cuando mi ser divino me dice: Hasta una tilde. Para el año 1989 comprendí por qué lo que recibí no era común y corriente, y además conocí al que me dijo esas palabras. !Bendito sea su santo nombre! Desde ahí en adelante continué en el espíritu en un lugar en el espacio. Luego después lo conocí a través de las enseñanzas que iba recibiendo como el plano astral cósmico. Es el lugar donde mi conciencia a ido recogiendo ese despertar. Ahí es donde se encuentran esos divinos colegios celestiales. Ese plano astral cósmico es muy distinto al plano astral terrestre.
En esa limpieza y educación que recibia mi espíritu pude penetrar a una dimensión donde existen unas leyes invisibles que rigen al espacio astral cósmico. Sin conocer esas leyes no se puede penetrar a esos colegios celestiales que es donde se encuentra la sabiduría cósmica que es herencia del espíritu. Ahí es donde se aprende a conocer los misterios ocultos, o sea, los tesoros que guarda el espíritu, ya sea encarnado o desencarnado. La mayoría desconocen esos tesoros porque aún permanecen dormidos. Quiero también añadir que esa práctica de obediencia que se somete el ser interno, o sea, el espíritu, es con el fin de llegar al mandamiento principal que es para ser, ''perfectos." Mandamiento que no se ha predicado. Una vez llegado a ese estado de conciencia, perfectos, entonces se comienza a comunicar con seres superiores del universo. También se comprende que la fuerza de la sanación está en la pureza perfecta, entonces el espíritu puede viajar y recibir cósmicamente en la conciencia, en el descanso del cuerpo físico.
¿Qué practicaba mi espíritu en el cosmos? Practicaba la obediencia. ¿Cómo recibía mi espíritu los mensajes del cosmos? Los traía guardado en mi conciencia y luego cuando regresaba a mi cuerpo físico los escribía. Así aprendí a conocer las leyes que pertenecen a la obediencia del espíritu. Son leyes que debe conocer el espíritu encarnado antes de su cambio de morada. Esas leyes tienen que ver con la sanación del alma. Son leyes que solamente el espíritu perfecto puede conocer. Esas leyes no se encuentran escritas en ningún libro, ni en ningún lugar terrenal. Solamente lo da a conocer el divino maestro a sus elegidos llamados desde el cosmos.
En esas enseñanzas aprendí a sanar mis defectos. Defectos que trae el espíritu de existencias en existencias, o sea, de reencarnación en reencarnación. Defectos que están dentro de todos nosotros, y que desconocemos hasta ese momento en ese despertar. Los seres divinos llegan solamente para ir preparando el progreso del planeta hacia otro estado de conciencias, sus habitantes.
Yo quiero que comprendan que mi cruz representa el servicio que llevo en el nombre de mi maestro, nuestro Señor Jesucristo. Tengo dos servicios en el nombre del Espíritu Santo. Uno es después de mi recogimiento en el descanso de mi cuerpo físico, o sea, lo que ustedes conocen por dormir. El otro servicio es educar verbalmente a la humanidad con los mensajes que recibí del plano cósmico, para que la humanidad reciba las Grandes Nuevas que están llegando para ese recogimiento global. En la isla que estoy viviendo actualmente no es la excepción. Habrá otros lugares en el mundo donde hay seres preparándose en la misma forma como lo he estado yo. ¿Por qué se comienza en este pedacito de tierra lo que acontecerá? Porque este será ejemplo para las naciones, así dice el Señor.
¿Si no conocéis el mundo en el que vives, cómo quieres dar a conocer lo que aún desconoces? Así dice el Señor de los cielos. La respuesta a esa pregunta que nos hacía nuestro Señor en aquel tiempo, me enseñó a contestarla en esta forma. Yo viví a través de mis existencias la luz espiritual y triunfé en ella. Hoy le estoy dando seguimiento a esa luz que me ha llevado alcanzar la Luz celestial. Yo sé de dónde vengo y sé hacia donde voy. No pierdan esta oportunidad en este recogimiento que surgirá porque este es el tiempo. Los que han recibido luz espiritual y están en el camino de las buenas obras, ésos recibirán más. ¿Más de qué? Más Luz. Recuperarán toda aquella Luz que dejamos atrás y que hemos venido luchando por salir de las tinieblas en el espíritu, y que es en el único lugar donde se encuentran las tinieblas. No existen mundos de tinieblas, ni mundos de fuegos eternos. Recuerden que cuando el espíritu brilla, toda el alma se ilumina.
La espiritualidad en los seres en este mundo ya hace siglos que se fue ocultando, entonces los valores espirituales se fueron perdiendo. El Señor quiere que vuelvan a renacer la espiritualidad dentro en ustedes mismos porque es al espíritu que pertenece. Él dice que luchen por recuperar el brillo del espíritu, y entonces los iluminará Cristo Jesús.
teresa (teremy@gmail.com