Nosotros no morimos porque somos eternos en el espíritu. Muertos son aquellos que sus conciencias permanecen aturdidas por no tener los conocimientos de su verdadero origen espiritual. Jesús sigue diciendo: Yo soy la Luz del mundo; el que me siga, no andará en tinieblas, (oscuridad) sino que tendrá la Luz de vida. (Juan 8 versículo 12).
Nuestro Señor quiere decir, que una vez que adquieres los conocimientos donde aprendes a conocer que eres eterno y que no mueres, entonces te dedicas a conocer tu verdadera vida, la vida que se aprende a reconocer por el espíritu. Lo diré en otra forma. ¿Saben de qué vida nos habla el Señor Dios de las Alturas? Nos habla de esa vida eterna que todos llevamos, y que se a tratrado de mantener oculta utilizando la muerte. Han confundido la vida del cuerpo humano con la vida eterna que lleva el espíritu.
Cuando el espíritu recupera su sexto sentido, puede comprender y recoger de su verdadero mundo, el mundo de los espíritus, el reino de los cielos que los predicadores carnales hablan pero que aún desconocen, porque siguen siendo los ángeles caídos. Nosotros somos los ángeles caídos desde la fundación de este mundo.
La pesadilla de la oscuridad pasará y todos trabajarán perfectos en unión para la renovación de seres en estado perfecto. El fanatismo quedará atrás porque es una de las enfermedades más dañinas porque en el fanatismo entra la mentira, que es el factor principal y poderoso del enemigo de Cristo.
Ruego que cada alma se alimente de ese precioso regalo celestial que el Señor Dios de las Alturas está enviando hace un tiempo. Que sean todos bendecidos con ese amor en Cristo Jesús.
teresa